martes, 23 de diciembre de 2014

Alta tensión por Sabrina

El sábado por la noche una amiga y yo fuimos a ver El adiós de Sabrina a teatro Porta 4, en el barrio de Gracia, Barcelona. La sala es diminuta, 60 plazas, y se llenó en la que era la penúltima representación de la obra en este teatro.

La puesta en escena de este drama es minimalista: un pequeño escritorio y dos sillas de oficina con brazos a modo de sillones. Tras unos instantes de música demasiado fuerte, en los que Abela (Laura Ameijide) se sitúa en escena, entra Pablo (Santiago Rusiñol), nervioso, bordeando la histeria, y comienza la tensión. Poco a poco se desgrana la trama mediante el diálogo entre ellos dos; la hija de Pablo, Sabrina, le ha citado para que "la ayude a morir", Abela está para asegurarse de que la muerte se lleve a cabo, y él no está dispuesto en absoluto a consentirlo.

Si de algo puede presumir este montaje es de llevar al tensión de los personajes y el público al límite, porque apenas  hay algún instante de relajación, entre tanto nervio. La obra resulta inconexa durante los primeros minutos, quizás por un diálogo algo oscuro y repetitivo con el que cuesta entender lo que pasa, por qué tanta histeria en el escenario. Cuando al fin queda clara la situación, como espectador conectas y sigues enchufado y atento hasta el final.

El gran trabajo de dirección de Cristina Poch consigue redondear un guión que resulta algo simple, con una trama clara pero con una filosofía de fondo que resulta confusa. Los diálogos son en su mayor parte correctos, salvo por el principio mencionado antes.

Los actores realizan un desgaste soberbio, transmiten una energía infinita durante la hora y cuarto que dura la representación, tanto hacia el público como entre ellos mismos. Hacen gala de una gran compenetración, y se nota un gran trabajo de preparación. Es cierto que en algún momento muy físico la acción se ve extraña (cuando Pablo golpea a Abela, cuando se encaran y Abela retrocede caminando hacia atrás), pero son detalles a pulir en una actuación, por lo demás, notable.

Sin embargo, tal vez por el cansancio acumulado, hubo momentos en que a Santi Rusiñol (Pablo) se le notó algo robótico, poco natural, aunque en todo momento mantenía un gran nivel, pese que en algún momento la gran tensión impide que se entienda correctamente algunas de sus frases.

Laura Ameijide como Abela, por su parte, comienza con una gran ventaja: es la persona tranquila, la que controla la situación. Sin embargo su energía está siempre presente, y va aumentando hasta estallar cuando es necesario, sin perder esa naturalidad y gran dicción de la que hace gala en todo momento, completando una actuación muy destacada.

En resumen, El adiós de Sabrina, pese a los detalles mencionados, es un montaje muy recomendable para los amantes de las obras dramáticas y en general para cualquier adulto que le apetezca abstraerse pasando una hora disfrutando de la tremenda tensión que genera en el escenario.


Ficha
Obra: El adiós de Sabrina
Compañía: Poks
Guión y dirección: Cristina Poch
Actores: Laura Ameijide, Santiago Rusiñol
Teatro: Porta 4 (Barcelona)
Pase: sábado, 20 de diciembre de 2014 - 21:00 h
Precio: de 8 a 12 euros (según oferta)


jueves, 18 de diciembre de 2014

Monólogo de "El Avaro" de Molière

El Avaro (L'Avare) es una de las obras más conocidas de Jean-Baptiste Poquelin, conocido universalmente como Molière. Se estrenó en el Teatro del Palacio Real de París en septiembre de 1668. Este monólogo del rico y avaro Harpagón tiene el tamaño ideal para aprendérselo y ejercitarlo solo o en compañía.

El Avaro.
Acto Cuarto. Escena VII.

HARPAGÓN.‐ (Gritando desde el jardín y sin sombrero)
¡Al ladrón! ¡Al ladrón! ¡Al asesino! ¡Al criminal! ¡Justicia, justo cielo! ¡Estoy perdido! ¡Asesinado! ¡Me han cortado el cuello! ¡Me han robado mi dinero! ¿Quién habrá podido ser? ¿Dónde habrá ido a parar? ¿Dónde está? ¿Dónde se esconde? ¿Cómo haré para encontrarlo? ¿Adónde ir…? ¿Adónde no ir…? ¿No está ahí? ¿Quién va…? ¡Detente! ¡Devuélveme mi dinero, bandido…! (A sí mismo, agarrándose el brazo.) ¡Ah, soy yo! Mi espíritu está trastornado; no sé dónde me encuentro, ni quién soy, ni lo que hago. ¡Ay! ¡Mi pobre dinero! ¡Mi más querido amigo! Al privarme de ti, al arrebatárteme, he perdido mi sostén, mi consuelo, mi alegría; se ha acabado todo para mí, y ya no tengo nada que hacer en el mundo. Sin ti, me es imposible vivir. Se acabó, no puedo más; me muero… Estoy muerto; estoy enterrado… ¿No hay nadie que quiera resucitarme, devolviéndomelo, o diciéndome quién me lo ha robado? ¡Eh! ¿Qué decís?
No hay nadie. Quizá el autor del golpe habrá acechado el momento con mucho cuidado, y ha escogido precisamente el momento que yo hablaba con el traidor de mi hijo… Salgamos. Voy a buscar a la justicia, y haré que den tormento a todos los de mi casa; a sirvientas, a criadas, al hijo, a la hija, y, si es preciso, también a mí. ¡Cuánta gente reunida! No pongo la vista en nadie que no despierte mis sospechas, y todos me parecen el ladrón. ¡Eh! ¿De qué se habla ahí? ¿Del que me ha robado? ¿Qué ruido hacen arriba? ¿Está ahí el ladrón? Por favor, si alguien sabe noticias de mi ladrón, suplico que me informen. ¿No está escondido entre vosotros? Todos me miran y se ríen. Ya veréis como tomaron parte ,a no dudarlo, en el robo de que he sido víctima. ¡A mí comisario, alguaciles, prebostes, jueces, tormentos, horcas, verdugos…! Quiero colgar a todo el mundo, y si no encuentro mi dinero, me ahorcaré yo después…

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Así calientan y entrenan su voz en el National Theatre

Completo tutorial  de calentamiento de voz para teatro, en cuatro vídeos, guiado por Jeannette Nelson, jefa de Voz (Head of Voice) del National Theatre de Londres.

 Calentamiento vocal 1 - Respiración

martes, 16 de diciembre de 2014

Subir al escenario

Bienvenid@ a Apuntes dramáticos.

Este blog nace con la intención de compartir experiencias y textos relacionados con el teatro y todo lo que lo rodea.

Aquí podríamos hablar del Arte Dramático (malas mayúsculas), podríamos llenar nuestras palabras de orgullo vacío, podríamos dejarnos iluminar por el foco de la fama y que nuestros egos cada vez hinchados se eleven hacia un gran castillo en las nubes... pero intentaremos evitar contagiarnos de ese mal tan extendido, de ese egocentrismo de miembros abultados de color chillón que en su fondo esconden arañazos, inseguridades, puñaladas traperas, tirones de pelo y mezquindades ridículas. Aquí no va a haber estrellas, ni amiguismos, ni publicidad de pago. Si algo es malo, se dice. Si algo es bueno, se cuenta. Si ni fu ni fa... pues eso.

Críticas, lecturas, experiencias: vamos a hablar de teatro, de la manera más llana posible.
O eso espero. Ya veremos.